Obama vetará todo proyecto que bloquee su propuesta migratoria.
El presidente Barack Obama dijo el miércoles en Miami que vetará cualquier legislación que entorpezca su orden ejecutiva que protege de la deportación a cinco millones de personas que están en el país ilegalmente y que su política migratoria será realidad a pesar de los obstáculos, y comparó la lucha por la reforma con los históricos movimientos por los derechos civiles y los derechos de la mujer.
“En el corto plazo, si el Sr. [Mitch] McConnell, el líder del Senado, y el presidente de la Cámara, John Boehner, quieren tener una votación sobre si lo que estoy haciendo es legal o no, pueden hacerlo”, dijo Obama, casi retando a los líderes del Congreso a desafiarlo. “Voy a vetar ese voto, porque estoy absolutamente seguro de que lo que estamos haciendo es lo correcto”.
Obama reafirmó su creencia de que aunque su iniciativa de indultos contra la deportación está paralizada por orden de un juez en Texas, eventualmente entrará en vigor porque el bloqueo judicial será levantado por una corte de apelaciones.
“Estoy seguro que a fin y al cabo esto se va a lograr,” dijo Obama durante su intervención en un evento sobre inmigración que tuvo lugar en el recinto principal de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), que luego fue transmitido en español e inglés por Telemundo y MSNBC.
Más de 200 personas abarrotaron el salón de FIU donde se celebró el evento, moderado por el presentador de MSNBC José Díaz-Balart, hermano del congresista cubanoamericano de Miami Mario Díaz-Balart, republicano.
El evento le dio la oportunidad al presidente de explicar su programa, anunciado el 20 de noviembre, que otorga protección contra la deportación a un mayor número de jóvenes que fueron traídos por sus padres a Estados Unidos ilegalmente cuando eran niños, y a indocumentados que tengan hijos que sean estadounidenses o residentes.
Varios miembros del auditorio, incluyendo algunos sin papeles, le hicieron preguntas al presidente – algunos expresando frustración de por qué no incluyó en su programa a todos los 11 millones de indocumentados.
Uno de los momentos más dramáticos se dio cuando un joven , Eric Narváez, que resultó herido en combate en Afganistán, se quejó de que cuando regresó al país se enteró de que las autoridades de inmigración estaban tratando de deportar a su madre.
“Soy un guerrero herido y regresé a casa y empecé otra guerra para tratar de salvar a mi madre de la deportación”, dijo Narváez.
Obama le agradeció a Narváez por su servicios en las fuerzas armadas y expresó confianza de que su madre podrá beneficiarse de su iniciativa de protección contra la deportación, si se levanta el bloqueo judicial.
“Vamos también a asegurarnos de que tu mamá no sea una prioridad en cuanto la deportación”, añadió Obama.
Otra inmigrante, Erika Andiola, le preguntó a Obama porque no incluyo en su programa a los padres de los llamados dreamers, o sea los hijos de indocumentados traídos al país cuando eran niños. Andiola dijo que su madre podría ser deportada porque no la cubre ninguna de las iniciativas de Obama ya que ni ella ni su hermana son ciudadanas o residentes.
Obama le respondió que debe esperar hasta que el Congreso apruebe una ley de reforma migratoria integral. Fue entonces que el presidente le dijo a Andiola que todos los grandes movimientos sociales conllevan sufrimientos y tragedias personales, como la de su familia.
“Todo movimiento social de gran envergadura, todo progreso en este país, como el movimiento por el derecho laboral, o por los derechos civiles o derechos de la mujer, no se obtenía todo enseguida”, señaló Obama. “Entonces se empujaba más y así es como el país mejoraba debido a historias de personas como usted”.
No hubo preguntas sobre la Ley de Ajuste Cubano, que algunos temen sea derogada debido a la normalización de relaciones con Cuba, o sobre posibles cambios que beneficien a los inmigrantes venezolanos debido a la crisis en su país.
Al bajar del avión presidencial en Miami, Obama fue recibido por el gobernador Rick Scott y el alcalde del Condado Miami-Dade, Carlos Giménez. Luego subió a una limusina de color oscuro y en una caravana encabezada por un vehículo de la Patrulla de Caminos de la Florida (FHP) se encaminó a FIU.
A la entrada, había algunos manifestantes con pancartas contra el cambio de política hacia Cuba y la estrategia presidencial contra los yihadistas islámicos.
Una de las pancartas decía “Libertad para Cuba. Ayudar a Castro es un crimen.” Otro cartel decía: “Obama yihadista cobarde”.
Obama culpa a los republicanos por bloquear su iniciativa migratoria, pero los republicanos dicen que ni el presidente ni sus seguidores en el Partido Demócrata están dispuestos a negociar sobre la cuestión de inmigración.
Como ejemplo de la actitud presidencial, los republicanos citan el caso del congresista cubanoamericano Carlos Curbelo, que apoya la reforma migratoria.
La Casa Blanca invitó al congresista republicano de Miami a asistir al evento de FIU que se localiza en el distrito de Curbelo, pero le negó viajar a Miami a bordo del avión presidencial.
Curbelo le dijo al Miami Herald que preguntó a la Casa Blanca si podía viajar con Obama en su avión pero la respuesta fue que ya no había cupo. Sin embargo, la congresista demócrata Frederica Wilson de Miami Gardens sí fue invitada a viajar con el presidente.